I

De qué vale ser poeta
si ya nadie lee poesía,
quizás sea suficiente
con poner -amor-,
una lagrima en tus ojos,
en tu cara una sonrisa.

Pero amor por favor dime,
de qué vale ser poeta
si ya nadie quiere poesía.

II

De qué vale ser poeta
si ya nadie lee poesía,
quizás sea suficiente
componer -amor-,
un verso que te llore,
una canción que te describa,
un poema, un dibujo, mis pasiones
o quizás toda mi vida.

Pero amor por favor dime
de qué vale hacer poesía
si ya nadie lee a los poetas.

III

De que vale ser poeta
si las letras no mejoran
la realidad que nos devora.

Y si de la muerte no hay escape,
si del amor no hay salida,
si no hay testigos de mis lágrimas
pero cuantos si hay de mis risas.

IV

La razón quizás sea,
el sonrojar de tus mejillas,
el leve temblor de tus manos
y el dilatar de tus pupilas.

Poner en tus labios mis besos,
causar en tu cuerpo esos orgasmos,
cumplir junto a ti nuestros sueños,
y ver pasar juntos los años.

V

Mientras en tus ojos viva mi reflejo
y en tu cuello jueguen mis labios,
-amor- puedes tener por seguro
que la poesía servirá para algo,
qué es ese algo -no lo sé
pero al fin y al cabo
algo es algo.

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