Erase una vez tres seres sin nombre y completamente iguales. Estos tenían sexo y por alguna extraña razón, del acto se producían seres iguales a ellos. La primera vez se crearon 9, la segunda 99, la tercera 999; y así se generó la primera colmena, sin nombre alguno. Los seres hasta ahora solo tenían sexo porque no sabían hacer más nada, no tenían ninguna otra necesidad: no había hambre, no había enfermedades, ni guerras, ni muerte.


Entre ellos no habían nombres, ni tampoco la idea de identidad, la conciencia era colectiva. Sin embargo, -contra todo pronóstico- la colmena empezó a sentir un vacío existencial y de repente, desde la naturaleza misma de las mutaciones, aparecen dos seres diferentes y desconectados de la conciencia colectiva de la colmena.


Los dos primeros "diferentes" - como fueron llamados mucho tiempo después - se sentían diferentes y alineados de la colmena y sentían la necesidad de encontrar otros seres igualmente diferentes a ellos. Así se pusieron la misión de desconectar a la colmena ser a ser; primero 2, luego 4, 8 y así se creo la primera nación (¿o noción?) de individualidad. Entre ellos surgió el nombre: Cero y Dos para los primeros diferentes y de esta manera sucesivamente para los demás. Estos seres diferentes peleaban y se persuadían entre ellos, no se ponían de acuerdo en nada. Había quienes abogaban por volver a la colmena ya que las diferencias les dolían. Otros solo recurrían a seguir ciegamente las enseñanzas de Cero y Dos, ya que por alguna razón -según ellos- así "la diferencia" dolía menos. Algunos escapan del grupo de los diferentes pero no regresaban a la colmena, solo ellos mismos saben a donde fueron. En la nación de lo heterogéneo había de todo, y lo normal era que cada quien fuera por su rumbo.


Durante todo este tiempo la colmena siguió sufriendo bajas debido a la continua des-conexión perpetrada por "los diferentes". Esto creo la primera noción de "problema" en el reino de lo perfectamente homogéneo. Así la colmena dejo de tener solo sexo y empezó a idear estrategias para contener a los "diferentes". Extrañamente así la colmena se sentía más llena, con más sentido. Ya no todo era solo sexo. La colmena, contra toda ley lógica ideo más problemas para entretenerse. Crearon el hambre, la enfermedad, la guerra y la muerte. Perdiendo el control, la colmena se desbarató ante su nuevo entretenimiento.


Solo quedaban así en el mundo la nación de "los diferentes", la nación de lo heterogéneo. Sin embargo, entre sus nuevas generaciones se hizo fuerte la corriente de volver a la colmena, de recrearla, de volver a lo homogéneo. No soportaban el dolor de "la diferencia", no encontraban abrigo en "la identidad". Y así, tal cual como se desbarató, conexión a conexión la colmena renació.


Dicha historia se repitió en 999 iteraciones y de 1024 maneras. Alguna vez un individuo o la propia colmena (o tal vez ambos) pensó que "todo era un paradójico péndulo". Entre la colmena y el individuo existe la necesidad de pertenecer y de individualidad. En aquella paradoja se crea y se descrea la sociedad. En ella nace lo anárquico y lo sistemático, lo democrático y lo autoritario. Ya nadie esta seguro de nada pero sin duda se entretienen bastante.

Autores

  • Yorguin José Mantilla
  • Maury Marmolejo Din
  • Juan Esteban Gutiérrez
  • Raúl Arcila

Anotaciones

Esta vaina fue hecha en 10 minutos en una clase, así que no espere mucho de ella.